Playa de Cayo Jutías desde Viñales
A la mañana siguiente, volví a los campos de Viñales al amanecer – un comienzo salvaje y esperanzador, con un poco más de suerte que el día anterior, un contraste entre esfuerzo y éxito. Después del desayuno, visitamos con el dueño de nuestra casa una pequeña finca de tabaco local y repusimos nuestros cigarros – un toque de ambiente auténtico.
Un viaje aventurero hacia la playa
Después partimos hacia la playa de Cayo Jutías, unas dos horas al noroeste de Viñales – ¡la carretera fue la más salvaje que experimentamos durante nuestras tres semanas de viaje por carretera en Cuba! Huecos profundos e inesperados y arbustos que crecían desde su interior nos pusieron a prueba, áspero e impredecible. En algún momento, el pavimento estaba tan deteriorado que preferíamos conducir por la gravilla al costado de la “carretera” siempre que era posible – un espectáculo de aventura e improvisación.
Una visita que valió la pena
La playa de Cayo Jutías valió totalmente la pena, un momento de tranquilidad tras el viaje, delicado y acogedor. Pero como salimos tarde de Viñales y no estábamos seguros del camino de regreso, decidimos volver pronto – una decisión acertada en retrospectiva.