Islandia – Hjalparfoss en invierno
Bajo la ventisca llegamos desde Flúðir al salto de agua Hjalparfoss – una caminata salvaje y aventurera. Tras algo más de un kilómetro a pie por nieve fresca, nos encontramos ante la cascada: pequeña, encantadora, un contraste entre expectativa y humildad, áspera y delicada.
Una breve parada entre basalto y nieve
En verano, sin nieve, el paisaje seguramente sería aún más impresionante, pero incluso ahora, los basaltos que la rodean ofrecían una escena bonita – un espectáculo de naturaleza y roca. La parada fotográfica fue corta, porque unos kilómetros más adelante la carretera estaba completamente cubierta de nieve – así que dimos la vuelta rumbo a nuestra siguiente parada: la conocida cascada Seljalandsfoss junto a la Ringstraße.