Borneo – Buceo con mantarrayas en Derawan/Sangalaki
Después de dos semanas en la impresionante selva de Borneo, nos dirigimos a la costa este, a la isla de Derawan – tres días para desconectar, salvajes y pacíficos a la vez. La isla aún no está saturada, su mundo submarino permanece intacto, diverso y sobrecogedor. Esperamos que siga así, intocada por la destrucción que avanza en otros lugares.
Una aventura bajo el agua comienza
Pasamos dos días con una escuela de buceo. El primer día, la corriente era demasiado fuerte – y un instructor desconocido nos prohibió bucear. Pero el esnórquel compensó: un espectáculo de corales y peces, áspero y delicado. Durante el almuerzo, uno de los instructores mencionó casi en voz baja a Sangalaki, donde a menudo nadan grandes mantarrayas – un sueño que empezó a arder en nosotros.
El salto hacia las mantarrayas
Esa noche probamos suerte. Le preguntamos a un pescador local, y al día siguiente cruzamos el mar abierto en una pequeña barca rumbo a Sangalaki. Bajo el agua se abrió un mundo de corales y colores – y entonces gritó nuestro guía: “¡Manta, manta!”. Detrás de nosotros, una estela de alimentación con cinco mantas nadando con las bocas abiertas, absorbiendo plancton, trazando arcos elegantes a nuestro alrededor antes de hundirse de nuevo en las profundidades. El corazón nos latía con fuerza; era increíble lo cerca que pasaban, cómo flotaban en el agua.
Un día lleno de maravillas
Ese día nos regaló pura felicidad – sentimos que unas 30 mantas cruzaron nuestro camino, casi al alcance de la mano. Cuanto más tranquilos nos quedábamos, más se acercaban, una danza entre silencio y emoción. Solos en el agua, rodeados de tanta magia – un momento que queda grabado en lo más profundo del corazón.