Islandia – Costa sur y tierras altas 2017
Después de mi travesía a vela por el este de Groenlandia, me encontré con Luisa en Islandia y viajamos con amigos por el sur hasta las tierras altas – una aventura, salvaje y atemporal. Septiembre fue la época perfecta: días largos para explorar, noches oscuras para las auroras boreales, aunque justo después de la luna nueva solo vimos débiles franjas de luz.
Atardecer y magia glaciar
La cámara se quedó muchas veces en la mochila, pero el dron voló cuando el clima lo permitía. En la laguna glaciar Jökulsárlón vivimos un atardecer espectacular, con nubes rojas ardiendo sobre el hotel cercano – un contraste entre fuego y hielo, áspero y delicado. Las lenguas glaciares alrededor de Jökulsárlón, lejos de las masas turísticas, fueron igualmente encantadoras.
Desvíos y aventura en las tierras altas
Volvimos a la playa negra de Stokksness antes de emprender mi primer viaje a las tierras altas. En la excursión a los cráteres de Laki el clima no nos acompañó – nubes bajas ocultaban el paisaje volcánico, pero las fotos capturaron una atmósfera única. Al día siguiente, tras 26 cruces de río por trayecto, llegamos a Landmannalaugar – ¡wow! A pesar del fuerte viento y las nubes amenazantes, lancé el dron, y la vista fue espectacular, como una pintura en acuarela, un baile entre naturaleza y arte.
Una contradicción tras las vacaciones
Después de cada viaje a Islandia juro no volver nunca más… pero entonces pienso en las tomas aéreas de las tierras altas, y vuelvo a dudar – una experiencia que oscila entre despedida y anhelo, profundamente arraigada en el corazón.