Tomas aéreas del Furkapass (Suiza)
Al final de nuestra luna de miel en la Toscana, un desvío espontáneo del paso del Gotardo al Furkapass nos llamó – un plan que valió la pena. En la ida, la nieve mantenía el paso cerrado, pero al regreso se abrió, salvaje y acogedor. En la cima nos esperaba una vista espectacular. Sacamos la mesa de camping y disfrutamos de un largo picnic con vistas al Eiger, Mönch, Jungfrau e incluso al lejano Mont Blanc – una danza entre altura y calma.
La famosa gruta del glaciar del Ródano, cercana, la dejamos de lado, pero robamos unos minutos para hacer volar el dron. Las tomas aéreas capturaron el panorama alpino – agreste en sus cumbres, pero suave en el brillo del glaciar. El icónico Hotel Belvedere en el Furkapass brilló en las imágenes, un testigo del tiempo y la grandeza.
Este momento fue más que una parada – una ventana al mundo alpino que nos atrapó, una imagen que queda grabada en el corazón.