Colores y estructuras de los campos de sal
Durante tres días volamos unos 120 kilómetros por dron – un baile en las alturas que capturó innumerables tomas aéreas de los campos de sal. Ni hablar de la tarea de seleccionar después… Esperábamos que los campos estuvieran aún llenos de agua, teñidos por bacterias, pero la temporada se nos adelantó – ya habían sido cosechados, salvajes y aún así tentadores.
Una magia de color inesperada
A pesar de todo, el resultado nos sorprendió – los colores aún brillaban en el suelo, complementados por hermosas estructuras de cristales de sal y huellas de vehículos, un contraste entre tierra y arte, áspero y delicado. Cada vuelo revelaba formas que nos dejaban boquiabiertos.
Sorpresas más allá de lo esperado
Algunas ubicaciones que prometían mucho en Google Maps resultaron vacías y decepcionantes, mientras que otras, sin grandes expectativas, nos cautivaron. Y de repente, aparecieron flamencos en el lago rojo – ¡Wow!, un momento que oscilaba entre el silencio y la emoción, profundamente enraizado en el corazón.