Tsetang y Yumbulakhang
La primera noche en una ciudad “realmente” china fue, de algún modo, divertida, aunque encontrar un restaurante con al menos algunas fotos en el menú resultó complicado – un comienzo, salvaje y poco familiar, que al menos nos dio una vaga idea de lo que podría terminar en el plato, un contraste entre curiosidad y desafío. Al día siguiente fuimos al templo de Yumbulakhang, visible desde lejos, ubicado sobre una cresta elevada – áspero e imponente.
Una vista histórica
Según una leyenda, se dice que este es el edificio más antiguo del Tíbet – su forma, vista desde arriba con el valle al fondo, era especialmente impresionante, un espectáculo de historia y panorámica. Por la tarde exploramos la pequeña ciudad por nuestra cuenta, entramos brevemente en dos templos que aparentemente aún no eran muy visitados por turistas – una experiencia genial, llena de descubrimientos. Después, comenzó de nuevo la búsqueda de restaurante.